La presencia de Brasil en el Amazonas
La cuenca de la amazonia alberga a más de 30 millones personas. Brasil, Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia, Ecuador, Suniram, Guyana y la Guayana Francesa son los nueve países “propietarios” de la extensión de selva más grande del mundo. Pero, ¿qué se puede encontrar dentro de esa gran masa verde conocida como el pulmón de la tierra?
Brasil es el país con más presencia en el Amazonas. La ciudad de Manaos, en el amazonas brasileño, es considerada como la capital del Estado Amazónico, entre otras cosas, porque se trata del centro comercial por excelencia, y la intensidad de su tráfico fluvial pone a la ciudad en comunicación con muchos otros puertos mundiales. Su accesibilidad por tierra, aún así, es complicada, siendo el transporte más cómodo el avión o navegando por el Amazonas desde la costa Atlántica.
Su economía se basa en la exportación de caucho, nueces y maderas. Aunque Manaos es el punto desde donde parte todo el comercio exterior del Amazonas, tanto legal como ilegal. También tiene una refinería de petróleo y es un lugar de gran atractivo turístico. En las últimas décadas, además, Manaos se ha convertido en la sede latinoamericana de grandes empresas internacionales como Nokia, Samsung, Harley Davison, Gilette, etc.
La ruta transamazónica en Brasil es otro enclave en la gran región amazónica. Fue creada en 1970 durante la dictadura militar del General Medici y con el objetivo de colonizar la selva y mejorar las condiciones de la parte noroeste del país, la zona más pobre y menos accesible. Se trata de 5.000 km de carretera artificial que van desde la costa de Brasil hasta la frontera con Perú atravesando la selva. Sus consecuencias medioambientales han sido catastróficas pues la ruta pretendía reconvertir áreas despobladas en territorios agrícolas. Hoy en día muchos tramos están inutilizados, sobre todo en los meses de lluvia, y solo una parte de ella permanece asfaltada.
Otro punto interesante en la región amazónica, es el conocido como Tres Fronteras, lugar donde confluyen las fronteras de Brasil, Perú y Colombia. La disparidad de recursos entre las tres naciones y el hecho de que aquí la frontera apenas esté delimitada, hacen de este lugar el sitio perfecto para llevar a cabo negocios ilícitos, sobre todo relacionados con el tráfico de drogas entre los tres países. Por otro lado, muy cerca de este punto, el río Yavarí es otra zona interesante, siendo la frontera natural entre Brasil y Perú, en este río se llevan a cabo también actividades fuera de la legalidad, entre los que se encuentran el tráfico de mariales como la madera.
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